Desde hace tiempo, al carpintería se ha ido renovando e incorporando otros materiales. Hoy en día, la idea de que la carpintería está únicamente vinculada a la madera es algo que ha quedado viejo, sumándose otros materiales como el aluminio, dentro de lo que es la carpintería metálica.
Los cuidados de la carpintería metálica
Teniendo en cuenta lo mencionado con anterioridad, una de las dudas más importantes que suele aparecer en las personas tiene que ver con el mantenimiento de las piezas y de las construcciones de la carpintería. En este sentido, la madera es un material robusto que se destaca por su buen aislamiento térmico. No obstante, se debe tener en cuenta que es sensible a la humedad, a la vez que está propensa al ataque de distintos tipos de hongos. Por eso, es un material que requiere de cuidados más importantes y delicados, puesto que se puede oscurecer, puede hincharse y arruinarse.
En lo que respecta al aluminio, al contrario de la madera, es resistente y de fácil mantenimiento. Es, además, una de las mejores alternativas en lo que respecta a todo tipo de aperturas, ventanas y puertas. Además de los múltiples beneficios de este material, se destaca particularmente por necesitar de un menor mantenimiento, a la vez que es un material mucho más resistente y que se mantiene en excelente estado con el paso del tiempo, resistiendo muy bien a las diversas condiciones climáticas.
Acabados del aluminio
Antes de pasar al mantenimiento en sí, debemos conocer los distintos acabados con los que podemos encontrarnos en este material. Si bien las opciones son muchas, los acabados principales son el anodizado y el lacado. A continuación, te contamos en qué consisten:
- Anodizado: en este proceso, se aplica una capa de óxido de aluminio superficial, requiriendo una limpieza que puede ser un poco más importante. En general, se realiza una limpieza básica con agua templada y con un detergente suave. Luego de ello, se aplica un disolvente con base de butanona que se encuentra en ferreterías o en tiendas de pintura.
- Lacado: por su parte, el lacado es la aplicación de una capa de pintura en polvo en la superficie del material. Genera gran resistencia tanto a la corrosión como a los agentes externos, aunque sí puede llegar a sufrir ciertas ralladuras. Por eso, se recomienda limpiar solamente con agua de baja presión y con un jabón neutro.
Consejos para cuidar las aperturas de aluminio
Los perfiles de aluminio, los accesorios, las guías y los herrajes de las aperturas de aluminio se deben revisar con cierta frecuencia. Ciertamente, son materiales que no necesitan los mismos cuidados y atenciones que la madera. En este sentido, se puede generar un buen mantenimiento prestando atención eventualmente. En los herrajes, por ejemplo, es fundamental llevar a cabo un engrasado una vez al año, con productos que no reduzcan la protección contra la corrosión. En lo que respecta a las cerraduras, a los pestillos, entre otros, es clave también que se engrasen con regularidad. También se deben lubricar los pernios utilizando una grasa adecuada, cada un cálculo de aproximadamente 50.000 movimientos.