Cuando hablamos de metales, no podemos dejar de hacer referencia a las aleaciones. Estas son mezclas homogéneas de dos o más elementos, en los que por lo menos uno debe ser un metal. En la actualidad, la mayor parte de los metales que encontramos en la vida diaria, en la construcción, en equipos y herramientas son, en realidad, aleaciones. Por eso, es muy importante conocerlas.
¿Qué son las aleaciones?
Siguiendo lo mencionado con anterioridad, en las aleaciones, el compuesto resultante de la mezcla presenta propiedades muy distintas a las de los elementos por separado. Es frecuente que dichas propiedades sean superadoras, siendo este el objetivo de la aleación en primer lugar. En ocasiones, además, es suficiente con añadir una muy pequeña cantidad de uno de los elementos a otro para que estas propiedades diferentes aparezcan. Todo depende del objetivo de esta mezcla y de lo que se quiera hacer finalmente con dicho metal.
¿Para qué se usan las aleaciones?
Podemos decir que el objetivo principal de las aleaciones tiene que ver con mejorar las propiedades de los metales en estado puro. En general, las propiedades que se mejoran son la dureza, la resistencia a la corrosión, la resistencia mecánica, entre otras.
¿Cómo se clasifican las aleaciones?
Las aleaciones de los metales se clasifican teniendo en cuenta el elemento que se encuentra en mayor proporción en la mezcla. Debemos tener siempre en cuenta que, cuando los aleantes no tienen características metálicas, se suelen encontrar en muy pequeña proporción. También existe la posibilidad de mezclar únicamente metales. Cuando esto sucede, es posible que encontremos que los aleantes aparecen en proporciones similares entre sí.
¿Cuáles son las propiedades de las aleaciones?
Ya hemos dicho anteriormente que, cuando se llevan a cabo las aleaciones, es en general con el objetivo de mejorar las propiedades de los metales en su estado natural. Las aleaciones presentan un brillo metálico reconocible, como así también una alta conductividad tanto térmica como eléctrica. No obstante, en este caso, debemos decir que la conductividad de las aleaciones tiende a ser menor o similar a la de los metales en estado natural, por lo que no se logran grandes diferencias en ese sentido.
En lo que respecta a las propiedades físicas, estas son también similares a las de los metales naturales. De todos modos, las propiedades mecánicas como es el caso de la dureza, la resistencia a la corrosión, la ductilidad y la tenacidad sí pueden ser considerablemente diferentes. Es esto especialmente lo que despierta el interés de la industria en general sobre las aleaciones.
Si hablamos de su punto de fusión, podemos decir que las aleaciones no presentan una temperatura de fusión que sea única para todos los casos. Al igual que sucede con otras propiedades, esto va a depender especialmente de la concentración de cada metal. Todo metal puro funde a una temperatura específica. Hay concentraciones de cada aleación para las cuales se logra una temperatura de fusión que es unificada. En esos casos, la concentración y la aleación que se obtienen reciben nombre de “eutética”. De lo que se habla en estos casos es de un punto de fusión que es más bajo que los puntos de fusión de los componentes de las aleaciones.
Las aleaciones más frecuentes
Al ser combinaciones de elementos, podemos encontrar en realidad una gran diversidad de aleaciones. No obstante, a continuación, vamos a mencionar las más frecuentes:
- El acero
- El acero inoxidable
- Las aleaciones de aluminio
- El alnico
- La alpaca
- El bronce
- El cuproaluminio
- El latón
- El magal
- El nicrom
- El oro blanco
- El peltre
- La playa de ley
- El zamak