A la hora de hablar de metales, son muchas las clasificaciones a las que se puede hacer referencia. En esta ocasión, queremos hablar particularmente de los metales con memoria de forma. Te contamos todo lo que tenés que saber al respecto.
¿En qué consisten los metales con memoria de forma?
Lo primero que hay que decir es que la totalidad de los metales son elásticos hasta un determinado punto, unos más y otros menos. Esto quiere decir que, aplicando fuerza, se los puede deformar un poco, pero pudiendo el metal volver a su forma anterior cuando esa fuerza ha dejado de ser aplicada. El momento en que la pieza queda definitivamente deformada es cuando el metal es estirado o se le aplica fuerza más allá del que es su límite elástico que es, claro, distinto en cada metal de acuerdo a sus características y propiedades particulares.
Teniendo esto en cuenta, debemos prestar especial atención a los metales con memoria de forma. Estos son metales que tienen la característica poco común de ser capaces de recordar y recuperar su forma original luego de ser deformados, independientemente de la cantidad de esa deformación. Este retorno es a través de calentamiento. Otra nombre que se le ha dado a estos metales es el de materiales inteligentes. Son características que han sido descubiertas hace poco tiempo por la ciencia. Los primeros datos de ello datan de mediados del siglo XX. Lo que sucede en estos casos es que los metales pueden ser deformados a través de fuerza mecánica, recuperando su forma original cuando esta cesa, sin que sea necesario calentar el material para lograr ese retorno a la forma original.
La forma en que se ha explicado este fenómeno a través de la ciencia es entendiendo que, a una presión y temperatura determinadas, las aleaciones tienen una estructura atómica bien definida. En esta estructura, para que pueda ser llamada como tal, cada átomo ocupa una posición en particular en el espacio o composición del metal. Si el cambio de estructura del metal inteligente no implica difusión, cuando el metal se caliente, sus átomos recorren el mismo camino en sentido inverso, haciendo que los átomos vuelvan a su posición original.
Usos y beneficios de los metales con memoria de forma
De acuerdo a lo mencionado con anterioridad, podemos comprender que, hoy en día, se investiga el uso de estas aleaciones con memoria de forma como materiales de distintas estructuras. En la actualidad, se aplican especialmente en marcos de ventanas y aberturas en general. Uno de sus usos más importantes tiene que ver en estructuras en zonas en las que se está expuestos a sismos y otras condiciones ambientales, para lo que se requiere de materiales duraderos y resistentes. Las investigaciones vinculadas a los metales con memoria de forma continúan en desarrollo, pero se estima que, con las aleaciones de estos, se podría acceder a materiales que favorezcan la construcción de elementos mucho más adecuados para instancias determinadas y específicas para las que se necesita de materiales específicos.