A medida que fue pasando el tiempo, se han ido incorporando diferentes materiales a las construcciones tradicionales. Las ventanas no han quedado fuera de ello. Por eso, en esta ocasión, queremos hablar acerca de dos materiales que se utilizan con frecuencia en las ventanas y evaluar cuál es en realidad el mejor para estos casos. Nos estamos refiriendo al aluminio y al PVC.
Factores a tener en cuenta
Ciertamente, a la hora de elegir un material para la fabricación y colocación de ventanas, hay distintos aspectos a tener en cuenta. Por eso, vamos a introducirnos en los factores a considerar a la hora de elegir uno de estos materiales. Dichos factores son los siguientes:
El aislamiento térmico
Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir una ventana tiene que ver con el aislamiento térmico. Es el que va a garantizar que la ventana funcione a largo plazo aislando el frío en los meses de invierno y manteniendo la energía de calefactores y aires acondicionados en el interior de la casa, reduciendo las posibilidades de perder energía y aumentando la eficiencia.
En este sentido, si bien es verdad que el PVC tiene buenas propiedades aislantes, el aluminio lo ha superado en este sentido. Es un material conductor pero que permite insertar roturas de puente térmico. De esta manera, se convierte en un perfil metálico que aísla el exterior y el interior, manteniendo las temperaturas. Se coloca en la parte externa e interna de la ventana, evitando dicha conductividad térmica.
El aislamiento acústico
Otro factor importante tiene que ver con la acústica. Esto dependerá de las preferencias en cada caso. No obstante, cuando a través de las ventanas se busca lograr una mayor insonorización para las viviendas, el aluminio es la mejor alternativa. Es un metal que favorece un mayor aislamiento acústico, favoreciendo el bienestar de las personas.
La resistencia
Pese a ser un material ligero, el aluminio es altamente resistente. A diferencia de lo que puede llegar a ocurrir con el PVC, este no se deforma. Además, no necesita un refuerzo interior como sí puede requerir el otro material para su resistencia.
La duración
Lo que se busca en una ventana es que esta dure. La duración del aluminio ante condiciones climáticas y otros factores externos es superior a la del PVC. Tanto es así que la media de duración del aluminio es 50 años. Tiene excelentes resultados de rendimiento a lo largo del tiempo, sin perder su funcionalidad, sus propiedades y tampoco su estética.
El mantenimiento
Otro aspecto importante a la hora de pensar en los materiales para una ventana es el mantenimiento. Lo ideal es acudir a materiales que no requieran grandes cantidades de mantenimiento. En este caso, ambos materiales se mantienen bastante bien sin esfuerzo. No obstante, el aluminio se puede limpiar fácilmente con un poco de agua y jabón en poco tiempo, volviendo al aspecto inicial.
La luminosidad
Algo a tener en cuenta a la hora de elegir una ventana es, ciertamente, la luminosidad. Es decir, la cantidad de luz que la ventana deja ingresar al hogar. De esto depende, además, la cantidad de energía eléctrica que se pueda ahorrar en el interior de la vivienda. Las ventanas de aluminio pueden llegar a ser más delgadas (pero igualmente resistentes), dejando así más área para que la luz pueda iluminar la estancia. Ello, sin que se vea implicada la capacidad de aislamiento de la misma.
La estética
En lo que respecta al factor estético que es también importante en la elección de una ventana, el aluminio es bastante superior. Esto se debe a que es un material que se puede encontrar en una gran diversidad de colores y de texturas. Se puede encontrar anodizado, texturizado, lacado y con imitación madera. Es un material que permite una excelente adecuación a cualquier tipo de diseño, adaptándose a las necesidades específicas de cada proyecto en particular.
El cuidado del ambiente
Finalmente, a medida que el tiempo pasa, son cada vez más los proyectos que se desarrollan buscando generar un impacto positivo en el medio ambiente y buscando reducir el impacto negativo de los materiales tradicionales. En este sentido, podemos destacar que tanto el aluminio como el PVC son materiales reciclables. De todo modos, el aluminio se puede reciclar en un 90%, manteniendo a la perfección sus propiedades y características destacadas. Además, para su reciclaje, se utiliza solamente el 5% de la energía que se utiliza tradicionalmente para generar aluminio nuevo.