Cuando hablamos de aleaciones metálicas, estamos haciendo referencia al resultado de mezclar dos o más metales o componentes metálicos. Dentro de la mezcla, el metal que le da nombre a la aleación es el que se encuentra en mayor proporción dentro de dicha mezcla. Esto tiene que ver con que metales puros pueden no alcanzar todas las propiedades y características que la industria y diversos usos requieren. En este sentido, se busca en las aleaciones completar aquellas características esperadas, a fin de ampliar las aplicaciones de los metales.
En esta ocasión, nos interesa hablar acerca de una de las principales características a la que se suele prestar atención cuando se habla de aleaciones metálicas: la temperatura de fusión. Te contamos todo lo que tenés que saber al respecto.
¿Qué es la temperatura de fusión?
Como su nombre lo indica, podemos decir que la temperatura de fusión es nada menos que el punto o temperatura a la que una sustancia, en este caso un metal o componente metálico, puede cambiar de su estado sólido a un estado líquido. Cuando se alcanza la temperatura de fusión, tanto la fase sólida del metal como su fase líquida pasan a estar en equilibrio. No obstante, lo que hay que tener en cuenta es que la temperatura de fusión de cada metal es diferente. Cada aleación metálica es una receta particular, diferente a las otras. Por eso, a la hora de trabajar con distintas aleaciones, lo ideal es conocer la temperatura de fusión de cada una en particular, para poder entender mejor su funcionamiento.
El acero y el acero inoxidable
El acero es una elación que está compuesta especialmente por hierro, con menor cantidad de azufre, carbono, silicio y oxígeno. Es una aleación que se suele usar especialmente en la fabricación de piezas que van a ser sometidas a una gran tracción, debido a que es resistente a ello. Pero, además, debemos hablar del acero inoxidable. Este se compone particularmente de acero en un 74% y, luego, cuenta con cromo y níquel. Se usa mayormente en la producción de piezas para vehículos, pero también en utensilios domésticos, en herramientas industriales, entre otras cosas.
El punto de fusión del acero es de entre 1370 y 1510. En el caso del acero inoxidable, el punto de fusión está cerca de 1510°C.
El latón
El latón es una aleación que se compone de cobre y de zinc. En ocasiones, puede contar con también otros metales, tales como el plomo, el aluminio o el estaño. Se destaca por ser muy flexible, lo que permite que se aplique en una gran cantidad de instrumentos musicales, como así también en todo tipo de tuberías. La temperatura de fusión del latón está entre los 900 y los 940°C.
El bronce
Otra aleación de la que debemos hablar es del bronce. Se trata de una aleación formada por un 67% de cobre y estaño en un 33%. Esta composición genera que la característica principal de la aleación sea su muy alta resistencia al desgaste. Esto lleva a que se pueda emplear en una gran diversidad de aplicaciones, particularmente de la industria. Acerca de su temperatura de fusión, esta está entre los 900 y los 1000°C.
La amalgama
Finalmente, vamos a hablar de la amalgama. Se trata de una aleación metálica que se compone de plata, estaño y cobre, como así también una baja proporción de mercurio. Esta aleación se destaca por ser resistente a la oxidación y a la corrosión. Además, es altamente maleable. Su temperatura de fusión, a diferencia de las aleaciones mencionadas con anterioridad, es muy baja, encontrándose en los 68°C aproximadamente.