En el campo de la joyería, la mayor parte de los metales no se utilizan en estado puro. En general, están mezclados o aleados con otros metales, obteniéndose de esa manera mejoras sustanciales en sus propiedades, como así también mayores posibilidades de trabajar estos metales. los metales más utilizados en joyería son el oro, la plata y el platino, aunque hay otros que van ganando cada vez más interés también. A continuación, te contamos lo que tenés que saber respecto de estos metales.
El oro
El oro es un metal de color amarillo. Su fundición es a 1062 grados centígrados y su pureza e suele medir en quilates. A diferencia de otros metales, el oro mantiene el brillo a lo largo de mucho tiempo cuando ya ha sido pulido, a la vez que dura mucho tiempo en excelente estado. Se alea perfectamente bien con la plata y con el cobre. El color que el oro tenga dependerá de la proporción de cada uno de estos metales en aleación. Por eso, hoy en día, podemos hablar de distintos tipos de oro. Los más comunes y demandados, especialmente en la joyería, son el oro amarillo tradicional y el oro blanco.
Oro amarillo
El oro puro es muy blando, por lo que no se suele usar en joyería en ese estado. Cuando se requiere de un oro de mayor dureza o flexibilidad, se suele utilizar una aleación con mayor proporción de cobre. Esto genera una aleación final de un tono amarillo más bien rojizo.
Oro blanco
Por su parte, el oro blanco surge como una aleación entre el oro y el paladio. También se puede mezclar con plata y cobre. El paladio tiene un punto de fusión más elevado y es algo más caro, generando que el oro blando tenga aspectos algo diferentes en cuanto al comportamiento del amarillo. El oro blanco alcanza un tono grisáceo que es cada vez más popular en el ámbito de la joyería por su belleza y su resistencia.
Otros colores del oro
Además de los colores anteriormente mencionados, existen otros colores del oro que también se emplean en joyería. Estos son el oro rosa, el oro rojo, el oro gris, el oro verde y el oro azul. El oro rojo tiene oro fino aleado con cobre. El rosa posee oro fino, plata fina y cobre. Por su parte, el oro gris es oro fino con níquel y un resto de cobre. El oro verde tiene oro fino y plata. Y, finalmente, el oro azul posee oro fino y hierro. Los distintos tinos se van utilizando en la joyería, aunque el amarillo, el blanco y el rosa siguen siendo los tonos más comunes de este metal.
La plata
Este metal de color blanco necesita una técnica de trabajo especial. Es muy blando, por lo que se utiliza aleado con otros metales. se destaca especialmente el cobre. A veces, para generar mayor dureza, se añade zinc y níquel. Es uno de los metales más utilizados en la plata, tanto por los resultados estéticos que es capaz de generar como por su resistencia y por su durabilidad.
El platino
Finalmente, aunque menos conocido que los metales anteriormente mencionados, podemos decir que el platino es otro de los grandes metales en el ámbito de la joyería. A medida que pasa el tiempo, este metal va ganando cada vez más popularidad en el sector. Es un metal brillante de color blanco grisáceo que se alea fácilmente con el cobre, con el rutenio, con el níquel y con el iridio. El iridio es considerado como el mejor endurecedor y el más habitual. También se puede endurecer con el oro, pero se vuelve frágil al volteo. Por su parte, el paladio lo endurece también, pero ligeramente.
Acerca de los metales preciosos
Cuando se habla de metales para joyería, se tiende a hacer referencia a metales preciosos. No obstante, es un campo en el que también se utilizan otros metales de excelencia que no se consideran preciosos. Para que se considere que es un metal precioso, este debe tener las siguientes características:
- Ser poco reactivo
- Ser brillante
- Tener un valor económico alto
- Ser dúctil y posible de trabajarse para cambiar de forma y generar distintos diseños
- Ser raro, es decir, existir en cantidades limitadas